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Kaampo informa

Aunque la tecnología se ha ido instalando en el sector agro de manera casi imperceptible, es fácil reconocer como muchas de las actividades que se realizan hoy en día en cualquier jornada de trabajo en el campo, implican el uso de herramientas tecnológicas. Y es que cualquier herramienta que mejore notablemente la eficiencia de una explotación agrícola puede considerarse como una aplicación tecnológica.

La aplicación de la tecnología al campo puede incrementar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas de varias maneras:

1. Aumento de la productividad de los cultivos:
La tecnología puede ayudar a mejorar la eficiencia de las operaciones agrícolas, lo que puede resultar en un aumento de los rendimientos de las cosechas. Por ejemplo, el uso de tractores y otras maquinarias agrícolas puede permitir a los agricultores trabajar la tierra de manera más eficiente y en menos tiempo.

2. Optimización del uso de insumos:
La tecnología puede ayudar a los agricultores a utilizar los insumos de manera más eficiente. Por ejemplo, los sistemas de riego por goteo pueden ayudar a ahorrar agua, y la agricultura de precisión puede permitir a los agricultores aplicar fertilizantes y pesticidas solo donde y cuando sean necesarios, reduciendo así los costos y el impacto ambiental.

3. Mejora de la gestión de la explotación:
Las herramientas de gestión basadas en tecnología, como los softwares de gestión agrícola, pueden ayudar a los agricultores a organizar y gestionar mejor sus explotaciones. Por ejemplo, pueden facilitar el seguimiento de los costos de trabajo, la digitalización del cuaderno de campo y la consulta de información de cosechas pasadas, lo que puede resultar en una mayor eficiencia y rentabilidad.

4. Aumento de la seguridad de los trabajadores:
La tecnología también puede ayudar a mejorar la seguridad de los trabajadores en la explotación, lo que puede resultar en una reducción de los costos asociados a accidentes y enfermedades laborales.

5. Reducción del impacto ambiental:
La aplicación de tecnología en la agricultura puede contribuir a la reducción del impacto ambiental y ecológico, lo que puede resultar en beneficios a largo plazo tanto para la explotación como para el medio ambiente.

Es importante tener en cuenta que la implementación de tecnología en la agricultura debe ser económica y su costo no debe superar el beneficio que aporta. Además, cada explotación es única y lo que funciona en una puede no funcionar en otra, por lo que es importante evaluar cuidadosamente las necesidades y condiciones específicas de cada explotación antes de implementar nuevas tecnologías.

Aplicación de tecnología en el campo, mejora en la productividad